Esta historia comienza de la manera más simple, con una playera de “The Killers” que llevaba puesta un día en la preparatoria. Fue entonces cuando conocí a Varo, los dos éramos fans del grupo y acabábamos de ir a su concierto en Monterrey, la verdad nunca me imagine siendo gran amigo de alguien como Varo, como sacado de una película gringa para adolescentes; yo soy más bien el personaje introvertido al que le gusta leer por ahí y sacar las mejores calificaciones y Varo el sujeto sociable y atlético. Aquel día platicando descubrimos enseguida que teníamos algo en común, la música. Resulto que Varo tocaba el bajo y la guitarra y yo la batería así que quedamos para juntarnos a tocar y después de varios intentos fallidos por fin logramos vernos, Varo me mostró su rola, era buena y con una melodía peculiar, de hecho es bastante bueno haciendo melodías. Nos motivamos y empezamos a tocar juntos todas las semanas en mi casa, y así sin darnos cuenta los días se volvieron semanas. Seis meses después nuestro pequeño proyecto comenzaba a sentirse incompleto, algo faltaba.
A su tiempo llego Carlos Jose mejor conocido como CJ. Nuestras mamás son amigas y por años habían hablado de nosotros entre ellas pero jamas se había dado la oportunidad de conocernos, supongo que el destino o lo que sea estaba esperando el momento justo. Cuando al fin nos presentaron la neta no voy a mentir, no me cayo bien. Carlos es un poco diferente y en principio puede ser complicado entenderlo, su personalidad artística radica en todos sus sentidos, ahora que somos muy buenos amigos sé que esta situación le trajo muchos problemas desde pequeño; por lo que he escuchado a CJ solo le ha interesado la música desde que era un bebé, y esto igual va a sonar a cliché pero Carlos literalmente creció como el típico artista incomprendido, bulleado en la escuela y tachado de raro.
Total, el día que lo conocí le enseñe lo que llevábamos armado y le gusto muchísimo, después él me presento una de sus canciones y quede impresionado, CJ definitivamente es de otro planeta, le dije que sonaba muy parecido a Jeff Buckley y el quedo alagado, la verdad pienso que ese nombre fue una palabra clave para el inicio de todo. Invite a CJ a practicar con nosotros y al igual que con Varo, a pesar de ser muy distintos cuando se trataba de música hablábamos el mismo idioma. Con su llegada nuestra música llego a ese punto exacto y especial que estábamos buscando, pero aun faltaban un par de elementos.
Un día Varo iba caminando por la prepa cuando escucho que alguien estaba tocando el piano, así apareció nuestro tecladista Genaro. Igual que Varo y CJ era muy diferente a todos, incluso un poco más, pues a Genaro si le gusta el rollo ranchero y norteño pero gracias a él nuestra canciones están llenas de atmósferas, lo que a nuestro parecer es de los elementos más importantes.
Al final se unieron Checo y su guitarra, el punch que nos faltaba. En verdad pienso que Checo es el mejor en su instrumento.
Y así después de un año y medio sacamos nuestro primer sinlge Deep Blue, nos fue mucho mejor de lo que esperábamos, la velocidad de los eventos que siguieron después fueron una cascada de casualidades y buena suerte, encontramos a nuestra manager, nuestro sello nos firmo, abrimos el ultimo concierto de Enanitos Verdes en Monterrey, y nos fuimos a grabar a Guadalajara. Simplemente no han dejado de suceder cosas, todo ha sido muy random.
Y así en resumen, esta es la historia de cómo una playera de "The Killers" nos llevó a formar Strawberry Pom.
Quién sabe qué nos depara el futuro, pero estamos seguros de que estamos en el camino correcto, confiamos en la calidad de nuestra música y en nuestro arte para llegar a donde queremos y lo haremos.
HecAndrés.